Tomates con queso al horno fácil y rápido

Los tomates son una de las verduras más versátiles y proporcionan un complemento delicioso y nutritivo para cualquier comida. Los tomates al horno con queso son un plato delicioso y fácil de preparar que se puede batir en poco tiempo.

La combinación de queso derretido y la dulzura del tomate lo convierte en una comida realmente sabrosa. También es una excelente manera de obtener su dosis diaria de vitaminas y minerales, así como una fuente de fibra y proteína.

Además, este plato se puede adaptar a tus propios gustos y necesidades dietéticas. En nuestra nueva receta, exploraremos las diversas formas de preparar tomates al horno con queso, para que puedas disfrutar aún más de esta sabrosa comida.

Veremos los diferentes quesos que se pueden usar, la mejor manera de asegurar una cobertura crujiente y cómo puede agregar tu propio estilo al plato. Con solo unos pocos pasos simples y los ingredientes correctos, podrás impresionar a tu familia y amigos.

Índice

    Precalentar el horno a 350 grados

    Precalienta tu horno a 350 grados Fahrenheit. Esta temperatura es ideal para hornear tomates con queso, ya que asegurará que el queso se dore y burbujee. Asegúrate de mantener el horno abierto durante el precalentamiento, puesto que puede llevar unos minutos alcanzar la temperatura adecuada. Una vez que el horno se ha precalentado, está listo para que agregues los tomates y el queso.

    Corta los tomates por la mitad y colóquelos en una fuente para horno

    Después de precalentar el horno a 350 grados, es hora de comenzar a preparar los tomates. Coge dos tomates medianos, córtalos por la mitad y colócalos en una fuente para horno. Si tienes una fuente para hornear que es apta para el horno, ¡genial! Si no, forra una bandeja para hornear con papel de aluminio y coloca los tomates encima. Ahora, ¡estás listo para agregar la cobertura!

    Cubre con rebanadas de queso

    Una vez que los tomates se hayan cocinado, puedes cubrirlos con las rebanadas de queso de tu elección. Usa un queso que se derrita bien y complemente el sabor de los tomates. Por ejemplo, el queso mozzarella, cheddar o parmesano funcionan bien.

    Coloca las rebanadas de queso encima de cada tomate y hornee por 5 minutos más o hasta que el queso se derrita y burbujee. Sirve los tomates horneados con queso inmediatamente después de que hayan terminado de hornearse.

    Espolvorea con hierbas y especias

    Una vez que los tomates estén rellenos, espolvoréalos con hierbas y especias para darles sabor. La albahaca, el orégano, el ajo y el tomillo combinan bien con los tomates y el queso. Siéntete libre de agregar otras hierbas secas y especias según lo desees.

    Si estás evitando la sal, opta por hierbas frescas o una mezcla de condimentos sin sal. Mezclar algunas hierbas y especias creará una combinación de sabores única. Espolvorea abundantemente sobre los tomates y el queso para obtener el máximo sabor.

    Hornear durante 15-20 minutos

    Una vez que los tomates estén rellenos con queso, coloca la fuente para hornear en el horno precalentado. Hornea durante 15-20 minutos, o hasta que el queso se derrita y burbujee. Los tomates deben calentarse completamente y comenzar a mostrar signos de caramelización. Sirve los tomates calientes, cubierto con una pizca de hierbas frescas.

    Hornear tomates con queso puede ser una forma deliciosa y fácil de convertir los tomates frescos en algo especial. Es una excelente manera de usar tomates cuando están en temporada y tienes un excedente. Esta receta es lo suficientemente simple como para tener una comida entre semana o como acompañamiento de una comida más grande.

    ¡𝗠𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗲𝗻𝗶𝗱𝗼!

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